Respuesta.- En un principio todo surge como una idea creativa. Nos preguntamos si sería posible, al mismo tiempo que se entretiene a una persona hablando con ella, hacerle una valoración cognitiva que le produzca una información de valor. La persona objetiva valora mucho la información relacionada con la salud pero realizar esa valoración mediante un test, por ejemplo, resulta más frío e invasivo. Produce lo que se llama ‘efecto de la bata blanca’. Es decir, las personas quieren un trato humano y, aunque por supuesto esto no puede sustituir a un profesional médico, sí permite generar esa información de valor que resulta útil al usuario y también a los familiares.  

R.- Existe un foco doble: el entretenimiento –hablar con el asistente sobre noticias del día, realizar pasatiempos, etcétera– y esa valoración cognitiva de la que hablaba. Es un enfoque totalmente distinto a otros asistentes conversacionales. Actualmente existen varios sistemas de evaluación cognitiva o Inteligencias orientadas al entretenimiento pero más hacía un público generalista que, por así decirlo, excluye un poco al sector de personas mayores al que nosotros nos dirigimos.

R.- La idea fundamental continúa siendo la misma pero hemos pasado por varias fases. Hace unos siete años comenzamos las primeras investigaciones dentro del Proyecto Tactica de la Universidade de Vigo –del Fondo Tecnológico–. Posteriormente, hemos tenido una ayuda del Programa Ignicia –de la Axencia Galega de Innovación-Gain–, que es el programa de valoración más importante que existe actualmente en Galicia para transferencia de resultados desde la universidad a la sociedad. A través de ello hemos realizado lo que se denomina ‘producto mínimo viable’, es decir, una implementación de lo que estamos comentando. Desde ahí, hemos seguido conociendo el entorno, realizamos pruebas reales, interactuamos con los usuarios, refinamos los contenidos... Además, también hemos contactado y trabajado con distintas asociaciones para ir dándole forma a algo que actualmente, como digo, se considera un ‘producto mínimo viable’ al que se puede acceder a través de www.celiatecuida.com. Una de las formas para contactar con Celia es hacerlo como contacto de WhatsApp y sin la necesidad de que haya que teclear, es decir, te puedes comunicar con Celia por voz. 

R.- Ahora mismo tenemos en torno a 10.000 usuarios registrados y para nosotros lo más importante en este momento es poder seguir maximizando esa base de usuarios, manteniendo la proyección que estamos teniendo.

En la primera fase, en 2022, realizamos ya pruebas a través de Instituciones públicas y nos ayudó mucho Afaga. Fueron pruebas muy sesgadas y observamos que a los mayores les gustaba y que deseaban continuar una vez terminaron las pruebas. Hoy vamos realizando ese seguimiento de las exigencias o preferencias de los usuarios a través de celiatecuida.com y a partir de ahí podemos ver lo interesados que están. Hasta el momento, podemos decir que Celia les gusta como acompañante y, además, les atrae que exista esa información añadida sobre salud.  

R.- Una de las variantes de la Inteligencia Artificial (IA) conversacional se llama Análisis de sentimiento y de emoción, es decir: por un lado quieres mantener una conversación con el ente sobre un tema pero, por otro, también quieres ajustar esa conversación en función del estado de ánimo que se percibe en el interlocutor por el tipo de expresiones que emplea, por ejemplo. Es en ese sentido por el que hablamos de empatía. Además, también debe existir un hilo de diálogo relacionado con el interés y para ello precisas una memoria. Tienes que recordar los elementos en los que recae más el interés a lo largo de la relación con el usuario y mantener la memoria de dichos elementos.   

R.- Las IA conversacionales dependen de la información con la que están entrenadas. En el caso de Celia, por ejemplo, quieres que existan varias fases en las que tiene que haber un control de la conversación por su parte –pues ella está realizando una valoración cognitiva–. Con ChatGPT, el control del diálogo lo tiene plenamente el usuario. Sin embargo a nosotros nos interesaba que ese control fuese compartido.